¿Hacia dónde te diriges?

Hemos asistido a uno de esos acercamientos de la tierra y la luna de los que se dan sólo cada cierto número de años, y que nos ha permitido ver una luna más grande y brillante de lo habitual, todo un acontecimiento de belleza y toda una oportunidad de destacar fotográficamente el evento.

Que casi todo el mundo en Madrid haya hecho la misma fotografía de la luna con las 4 torres rascacielos de la ciudad, debería (fotográficamente hablando) inquietarnos.

 

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El otro día leía un artículo de Sebastiao Salgado en el que afirmaba con absoluta certeza que en 20 o 30 años, la fotografía será sustituida por la imagen, es decir, la fotografía habrá muerto. ¿A qué se refería? A que el proceso fotográfico de buscar un motivo, trabajarlo, pensarlo y lanzar un mensaje, lo que ha sido hasta ahora la fotografía, va a desaparecer en favor de la creación de imágenes para un motivo concreto, a modo utilitarista. Puede parecernos exagerado, pero en cierto modo no lo es.

Démonos cuenta de que esto ya está sucediendo. Las imágenes tienen gran parte de su fabricación en el ordenador. Se falsean, se crean a expensas de un proceso en cámara (fotográfico) y en favor de una creación en el ordenador (informática). Es difícil notarlo y a poca gente le importa. Hoy en día, lo que importa es el resultado final, no cómo lo has conseguido. De hecho, el grado de realidad en la creación de espacios en 3 dimensiones ya nos ofrece películas, vídeos e imágenes en los que es imposible diferenciar realidad de ficción. La evolución de la fotografía es ya imparable, sin embargo, a los que llamamos fotografía a la captación de un momento concreto, si nos debería preocupar, porque la fotografía tal y como la conocemos, tiene fecha de caducidad.

 

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Ya sucedió con la pintura. Antaño, la pintura requería dinero para comprarla, pues se valoraba el trabajo del autor. Hoy en día una buena pintura sigue valiendo dinero, pero puedes imprimir económicamente una que te guste y ponerla en el salón de casa, porque importa el aspecto final, y que esté pintado o impreso es irrelevante salvo para coleccionistas, es más, se da ya la posibilidad de que un ordenador te pinte un cuadro con pintura de verdad, e imitando los trazos del pintor. No importa la originalidad, la esencia, sino tenerlo lo más parecido posible. No importa el autor, sino el producto. Esto no es ni malo ni bueno. Será bueno para un motivo concreto y malo para otro. Malo es, sin duda, para la supervivencia de la pintura tal y como la hemos conocido, y respecto a la fotografía, será malo para lo que hemos conocido como fotografía antes de la era digital.

Ahora todos tenemos una o varias cámaras. Normalmente un mínimo de 2 cámaras, contando la normal y la del móvil. Todo el mundo pulsa el botón. Miles de personas hacen cursos de fotografía con cualquiera que los dé, y todo el mundo (en general) hace las mismas o parecidas fotografías. Los fotógrafos pensantes, el fotógrafo que se le ocurre una idea, se está extinguiendo. Hoy en día se copian los motivos, las fotografías y los cursos. Que se hace una fotografía en Islandia, todos a Islandia, que se hace una fotografía con lana de acero ardiendo en círculos, todos a hacerlo, que se hace una fotografía de la luna entre las cuatro torres, todos a hacerlo, que se hace una fotografía de una escalera en forma de caracol, como la de Cartier-Bresón, todos a hacerlo, que se hace una fotografía de unos árboles en movimiento o de un ave sobre un palo o en un bebedero de reflejos… todos a hacerlo. Todos a copiar. Esto estaría bien si fuera el primer paso de una evolución personal, pero no suele ser así. Las composiciones se repiten, los esquemas, las reglas, la fotografía ha sido secuestrada por la inmediatez. Es tan asequible y rápido llegar a la fotografía que no se piensa en que pueda ser un medio de comunicación, sólo en un juego o competición de captar momentos. Como ejemplo, podemos ver Instagram o 500px

 

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Es el principio del fin de la fotografía, aunque, afortunadamente, esto no es tan tétrico como lo digo, sino que siempre habrá fotógrafos, mientras se sigan fabricando carretes y líquidos de revelado. ¿Por qué digo esto? Porque la capacidad de manipulación de la imagen en la fotografía química es mucho más difícil, y si no eres un ‘friki’ no te planteas ni hacerlo, lo cual te obliga a pensar la imagen, a buscarla, a crearla más en tu cabeza. Por eso la fotografía química es un paso obligado para entender lo que es la fotografía, sino, puedes sólo intuirlo, pero no saberlo.

La fotografía evoluciona, pero a fiel reflejo de la sociedad, una sociedad que no busca verdad, sino crear la suya propia, porque ha desistido de buscar una verdad, prefiere crearla. El mismo fotoperiodismo, que no requiere de manipulación informática, va buscando la fotografía que interesa a la ideología ‘x’, sin importar más que encauzar la opinión pública a favor o en contra de alguien. Si examinamos los periódicos, veréis de qué hablo. La crisis del sujeto, de la persona, ha desembocado en la creación frente a la búsqueda apasionante de la verdad, en la copia, frente a la novedad de la creación personal.

De cada uno personalmente, depende el futuro de lo que queramos ser: fotógrafos al estilo tradicional, o fotógrafos al estilo moderno. Yo, tengo la suerte de haber empezado en el mundo digital, haber caído en la copia de fotos y en la imitación de los sitios, y acabar llegando a la fotografía química para descubrir que no tenía ni idea de lo que era la fotografía hasta este momento. Ahora sé distinguir y puedo elegir lo que quiero, realidad o ficción, y lo puedo hacer tanto en químico como en digital, aunque puedo crear una ficción infinitamente más elaborada en digital, claro, pero también sé crear en digital una fotografía pensada, trabajada e imaginada sabiendo que nunca la he visto antes.

Resulta por tanto inquietante ver hacia dónde va la fotografía, o mejor dicho, hacia dónde va desapareciendo la fotografía que imaginaron los fotógrafos del s.XX que tanto admiramos.

 

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Hace relativamente poco, salió una Leica sin pantalla LCD detrás, de manera que haces la fotografía, pero no ves el resultado. Ha supuesto las mofas de mucha gente. Leica no hace una cámara si no sabe que la va a vender a esos precios desorbitados y locos a los que vende sus máquinas y va a sacar beneficios cuantiosos. Eso es porque hay gente que no es capaz de hacer una fotografía con una sola foto, sino que requiere de 20 fotos para llegar a una sola foto. La pérdida de técnica, de conocimientos y la lectura de miles de artículos con criterios y recomendaciones poco menos que cuestionables, está generando ametralladores de imágenes, pero no fotógrafos.

Es hora, antes de que sea demasiado tarde, de que replantees cual quieres que sea tu camino y tomes decisiones en tu fotografía, no porque sea buena o mala una u otra opción, sino porque es muy probable que el exceso de imágenes repetidas, la falta de búsqueda de un sentido y la prolongación en el tiempo de esta situación, haga que algún día te arrepientas de la fotografía, te aburras de hacer siempre lo mismo, y finalmente vendas el equipo para hacer otras cosas distintas a la fotografía. Quizá nunca llegaste a conocer la fotografía.

 

7 comentarios en “¿Hacia dónde te diriges?

  1. Hola Carlos, debo confesar que yo he caído en la copia de esos encuadres y procesados que tanto le gustan a uno cuando llega a la fotografía de paisajes. Bien es cierto que hace muuuucho tiempo que, por ejemplo en 500px, he dejado de ver y/o hacer likes a las fotografías que aparecen como las mejores y más populares. La razón de es que me aburre bastante ver las mismas fotografías y encuadres que tantas y tantas veces son publicados. Últimamente prefiero explorar y encontrar nuevos fondos ya sean urbanos o naturales, cada vez hago más kilómetros en coche en busca de ellos y me divierte bastante el simple hecho de descubrirlos. También pienso que estas fases son pura evolución y es difícil o casi inevitable no pasar de forma obligada por ellas. Buen artículo. Un saludo.

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  2. Muy buenas Carlos.

    Me gustaría en primer lugar seguir dándote las gracias por tu regreso, el cual, muchos de nosotros estábamos esperando y te echábamos en falta, más de lo que tú te crees. BIENVENIDO otra vez.

    Dicho esto, no tengo palabras para decirte lo mucho que me ha gustado esta entrada tuya. La he leído y releído más de cuatro veces y no puedo estar más de acuerdo contigo en todo lo que dices y la pena que me da pensar o tener la sensación de que efectivamente esto tiene toda la pinta de ser así y acabar dentro de unas décadas así.

    Hace ya bastante tiempo que existe una corriente que ha defendido tanto una cosa como otra, pero que en todo momento se REFLEJARA de forma clara y concisa, si la fotografía que estaba viendo el usuario de internet, revista, exposición etc…era real o estaba tratada o procesada digitalmente. No es que sea ni mejor ni peor la una que la otra, pero sí que debe ser consciente la persona que está viendo la fotografía y si debe ser consecuente el autor de la misma.

    No es lo mismo ver una fotografía de un rayo maravilloso y espectacular en una noche de tormenta del siglo, en la que un fotógrafo se ha tirado tres noches en el mismo sitio y esperando el rayo deseado, calado hasta los huesos, con un frío de mil demonios y probando con numerosos ajustes, tiempos de exposición, filtros, etc… que esa foto procesada en casa, con un rayo de un fotógrafo y un fondo de otro, montado todo con Photoshop, con calefacción, un bocata de jamón y una cerveza bien fresquita en tu mesa de tu despacho en casa. NO ES LO MISMO.

    Que todo tiene su trabajo, su conocimiento de las herramientas, su tiempo necesario para hacerlo, su buen hacer y su gusto para terminar ese fotomontaje, pues efectivamente así es, pero creo que cuando menos eso debería quedar siempre reflejado como información, en revistas, periódicos, webs, faceboock, instagram, etc….

    Como quiera que sea, y no estoy yo diciendo con mi reflexión que esto no sea profesional, y totalmente aceptable y absolutamente permisible (personalmente soy un gran defensor y usuario de Photoshop), esperemos que la fotografía, tal y como la conocemos hoy en día y desde hace yas más de un siglo, no desaparezca nunca, y que los mensajes que todos los fotógrafos nos transmiten con su tomas sigan haciéndonos pensar, sentir, reír, llorar y en muchos casos removernos en nuestras sillas.

    Un saludo a todos desde Cáceres

    PD: Con tu permiso Carlos me gustaría hacer una entrada en mi humilde blog de fotografía, sobre esta entrada tuya. Si me das permiso claro está.

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